Ella venía a la tienda tintineando las
monedas entre sus manos, con sus andariegas sandalias anudadas al sol y su
vestido de filigrana.
─Dice que dice la Pancha ¿cuánto cuesta el
pasaje a Lima?
La gente contaba que fue profesora y que
antes tenía la belleza de las orquídeas y que un día un pequeño remolino que
empujaba a ras de los tobillos unas piedrecitas y un conjuro, se agazapó entre
un matorral y le ofreció un plato con
hechicería.
Tiendo mi
mesa a las 12 de la noche, camino por el Cerro Colorado, voy por la gran Laguna
Negra, voy a ti poderosa Laguna Toro, invocando a los espíritus de las cuatro
direcciones, voy tumbando...
─Dice que dice la Pancha que me venda un
jaboncillo rosado.
Panchita entraba a todas las casas de
puertas abiertas que relucían sus manteles de hule floreados. La gente abría
sus ollas y le invitaban los potajes con afecto.
─Dice que dice la Pancha, que me venda
bolsas de colores para hacerme un vestido.
Yo la atendía con esmero, buscaba los colores que realzaran sus grandes ojos, tan azules limpios y destellantes como el cielo de Chilete. Me pagaba con monedas exactas, sin regateos, ni fiados.
─Dice que dice la Pancha que me venda
fósforos.
Cuando había luna llena prendía una
fogata en el río y danzaba desnuda; nadie podía mirarla ya no era ella; la luna
la poseía, tiraba piedras a todo lo que se movía.
─Dice que dice la Pancha que me dejen ir a
la laguna encantada, allí quedó mi rastro… y retazos de cordura.
Voy levantando Apu Ausangate, protege Apu Salkantay, cuídennos de los malos vientos, invocados y presentes los espíritus del Este donde brota el agua y se bebe de la fuente del discernimiento, Oeste el mundo de la magia y el fuego, Norte casa de las deidades y del incienso y Sur donde el Shamán ritualiza, voy sanando …
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